Un rescate histórico...

Digitalización, preservación de fotografías e investigación histórica realizada por Rolando Jesús Hilari y Leandro Jesús Hilari entre los años 2020 y 2023. Esta obra presenta un conjunto de antiguas imágenes que muestran la evolución experimentada por el Taller de Reparación de Vagones de Laguna Paiva, entre 1915 y mediados de la década del 70. En este sitio publicamos algunos fragmentos del libro Revelando Historias de los Talleres Ferroviarios de Laguna Paiva y dejamos en enlace para descargar el libro completo.

3/5/23

Algunas secciones

 



        La planta principal del taller estaba formada por un conjunto de galpones construidos según el tipo “Mono-Block”, con el objeto de desarrollar el sistema de trabajo en cinta, integrado por los edificios y secciones siguientes: administración, usina, taller eléctrico,

aserradero, carpintería de vagones, remachados, levante de vagones y reparación, frenos, herrería, herrería mecánica, tornería de ruedas, tornería mecánica, broncería y hojalatería, calderería pesada y calderería, herramentaje, pinturería, instalaciones y playa.








        Por aquellos años se establecía que los vagones debían entrar a reparación después de haber circulado durante tres años salvo los casos de accidente. Tomado en reparación el vehículo se sometía a la primera operación que era la limpieza y desarme del mismo, en la sección conocida como “la losa”; luego se conducía a la sección remachadores donde se reparaban las partes metálicas, ya sea enderezando piezas o reemplazando algunas deterioradas.

Si se trataba de un vagón de madera, el trabajo continuaba en la sección carpintería, donde se procedía a la reparación de su maderamen y la sección hojalatería efectuaba las reparaciones de los techos. Luego se conducía a la sección levante de vagones, donde se elevaba y se le quitaban los boggies para ser reemplazados por otros que fueron previamente desarmados, reparadas todas sus partes y armados nuevamente. Esta sección mantenía un stock de boggies listos para ser colocados en los vagones. Además, atendía la reparación del freno y la tracción.

A continuación el vagón se trasladaba hacia los galpones de sección pintura, donde se procedía a su pintado e inscripción de la numeración y letreros atendiendo también esta sección el barnizado de coches.

Como última operación se conducía el vagón a la vía de terminación para ser pesado en una báscula de 70 toneladas, luego de lo cual personal de la sección pintura inscribía también la tara (peso del vagón).

En forma general podemos describir en qué consistía el proceso de reparación de un vagón para luego ser entregado al servicio de tráfico.

Para cumplir el trabajo detallado se necesitaba la contribución de la mayoría de las secciones; la herrería, fabricando o reparando distintas piezas para abastecer las demandas de la sección remachadores y levante de vagones, además de las que fabricaba para la atención y conservación de las maquinarias, las cuales se efectuaban en serie y en gran cantidad, almacenadas luego en un depósito.

El aserrado preparaba la madera de vigas para producir piezas a fin de abastecer a la sección carpintería. También eran ejecutadas en serie por clase y tipo de vehículo, las que dada su gran cantidad, eran depositadas en un galpón con estanterías superpuestas denominado Petit Stock de madera labrada.

En la tornería de ruedas se reparaba el rodado y los ejes de los vagones para proveer a la sección levante a fin de colocar el rodado en los boggies que reparaban.

En la tornería mecánica se ejecutaban piezas menores también para los vagones y otras destinadas a la conservación de las maquinarias.

La broncería, reparaba los cojinetes de vagones, procediendo al reemplazo, para entregar también a la sección levante.

En la calderería pesada se hacían todos los trabajos de fabricación o reparación de calderas, bastidores de vagones y de ténders, como también construcción de cisternas para vagones tanques y la calderería de chapas, se dedicaba a la recuperación, fabricación y aprovechamiento de piezas menores.

En la herrería mecánica se fabricaba gran cantidad de clavos, bulones, pernos, remaches y tuercas entre otras piezas forjadas. Con estos productos se atendía la demanda interna y los servicios de Vía y Obras.

      La sección tapicería-talabartería se encargaba del mantenimiento del tapizado del mobiliario, vehículos y coches como así también la fabricación y reparación de correas planas de transmisión que se encontraban en la mayoría de las maquinas-herramientas del taller. En dicha sección se reparaban los elementos de protección de aquellos años tales como guantes, delantales, polainas, etc.
Los obreros trabajaban mediante el sistema“HALSEY”que repartía beneficios entre empresa y trabajador, concebido en un cociente que determinaba el valor del tiempo ahorrado por el obrero y que se abonaba a éste, quedando otra parte en poder de la compañía.

La sección herramentaje se dedicaba a la construcción o reparación de piezas de repuesto para toda la maquinaria del taller; atendía  además la conservación de herramientas portátiles y fabricaba una variedad extensa de herramientas y elementos especiales, como ser matrices, estampas, plantillas guías para taladrar, etc. Estaba equipada con maquinaria moderna y diversa en concordancia con el trabajo que ejecutaba, además de una instalación completa para el tratamiento de los aceros por temple.

Todas las herramientas y elementos eran depositados en una bodega en varias estanterías perfectamente acondicionadas y clasificadas, las que servían para proveer al personal. Anexo a esta sección, funcionaba un taller de reconstrucción y reparación de máquinas de escribir y calcular, que provenían de  los distintos servicios del ferrocarril.

La sección instalaciones se ocupaba de la conservación y mantenimiento de las maquinarias y obras fijas del taller. También atendía la conservación y alistamiento de las locomotoras de maniobras y los guinches.

El taller eléctrico se ocupaba de mantener y reparar los motores, las instalaciones, los generadores, el tablero principal de la usina, de las líneas subterráneas y aéreas de la red de alumbrado del taller y de la de diversos servicios.

La sección playa realizaba el transporte de materiales, carga y descarga de los mismos, la limpieza de los edificios, galpones y de la playa propiamente dicha.












Producción del taller. 

El programa de trabajo, o sea a la reparación de vagones, estaba representado por una cuota fija equivalente a una unidad y media por cada hora laborable, es decir, que en las 8:45 horas diarias de trabajo se producían poco más de 13 vehículos, lo que era equivalente a una producción semanal de 72 unidades y mensual de 300 vehículos.

Instalaciones varias. El taller estaba provisto de una red completa de cañerías para servicio contra incendios, aire comprimido, aire a baja presión, agua potable y de servicio. Los desagües pluviales conducían el agua de los techos a través de las cañerías y canales subterráneos hasta la represa que en esos años tenía una capacidad de 45 000 m3. De una derivación de las citadas cañerías se enviaba en forma facultativa el agua de lluvia a un aljibe de 600 metros cúbicos de capacidad, que utilizaba como depósito de agua potable.

En las secciones se había provisto de armarios para guardar herramientas y ropa del personal obrero. Las mismas estaban comunicadas entre sí por una red de caminos de hormigón utilizado por peatones para el transporte de materiales por medio de carretillas. Los talleres de Laguna Paiva contaban además con una red telefónica larga distancia e interseccional. En los espacios libres entre los edificios y galpones se habían formado jardines con caminos entre los canteros.